Una buena curación es imprescindible, y se desaconseja cualquier método de secado rápido. También desaconsejamos los métodos que se indican en algunas publicaciones ya obsoletas, tales como enterrar la hierba o secarla con cítricos, eso seguro que formará hongos.
Las plantas o las ramas pueden ser colgadas boca abajo si se desea, pero también pueden secarse encima de una bandeja o papel. No se recomienda en ningún caso secar en bolsas de plástico ni en recipientes de este material. No amontonar las colas, o hacerlo lo menos posible, los cogollos se chafan y la hierba tarda más en secarse. Lo importante es que el secado sea hecho en un sitio a la sombra sin ninguna luz directa, que sea ventilado y no muy seco para que el secado no sea muy rápido y la hierba tenga una buena curación.
Si el sitio es muy seco o el secado es rápido, mediante microondas o similar, la hierba quedará muy crujiente y quebradiza y se desmenuzará en polvo, también afectará al sabor y rascará la garganta al fumarla. Si por el contrario el sitio es húmedo o mal ventilado, pueden aparecer hongos que malograrán el producto, huele la hierba periódicamente para detectar si se forman hongos. Si ya se han formado retira las partes más atacadas y airea bien el resto, además de tener un gusto pésimo, pueden malograr el THC e incluso no se puede asegurar su no-toxicidad.
Con la oxidación del secado la resina cobra las propiedades psicotrópicas. El tiempo normal de curación y secado dura entre seis y diez días, según el sitio en el que se realice y el grosor de las colas y cogollos. El sitio ideal seria similar al que se usaría para curar embutidos, o para secar tabaco. La luz solar y las altas temperaturas destruyen gran parte del THC. Sólo se podrá empaquetar cuando esté bien seca.
Si se cierra muy hermética es mejor forrar las paredes del bote con papel para que absorba la poca humedad que se pueda condensar. Los envasados al vacío son efectivos si se quiere guardar por periodos prolongados.
Las diferentes calidades dentro de una misma planta vendrán calificadas de mayor a menor potencia de la siguiente forma: Cola de la punta principal-colas de las ramas principales-cogollos de la zona media de la planta-cocollos de la zona inferior-brotes jóvenes-hojas pequeñas-hojas medianas, y ya como infumables las grandes hojas y los tallos. Los cogollos se unen a la rama por un pequeño tallo, por lo que es fácil separarlos uno a uno con unas tijeras, evitando manipularlos. Se coge la rama y se empiezan a cortar desde abajo, hasta que se llega a la cola, que es mejor dejarla entera y no desmenuzarla en los cogollos que la forman. Los cogollos serán cortados con tijeras y tocándolos lo menos posible, justo en el momento de ser consumido.
Las plantas o las ramas pueden ser colgadas boca abajo si se desea, pero también pueden secarse encima de una bandeja o papel. No se recomienda en ningún caso secar en bolsas de plástico ni en recipientes de este material. No amontonar las colas, o hacerlo lo menos posible, los cogollos se chafan y la hierba tarda más en secarse. Lo importante es que el secado sea hecho en un sitio a la sombra sin ninguna luz directa, que sea ventilado y no muy seco para que el secado no sea muy rápido y la hierba tenga una buena curación.
Con la oxidación del secado la resina cobra las propiedades psicotrópicas. El tiempo normal de curación y secado dura entre seis y diez días, según el sitio en el que se realice y el grosor de las colas y cogollos. El sitio ideal seria similar al que se usaría para curar embutidos, o para secar tabaco. La luz solar y las altas temperaturas destruyen gran parte del THC. Sólo se podrá empaquetar cuando esté bien seca.
Si se cierra muy hermética es mejor forrar las paredes del bote con papel para que absorba la poca humedad que se pueda condensar. Los envasados al vacío son efectivos si se quiere guardar por periodos prolongados.
Las diferentes calidades dentro de una misma planta vendrán calificadas de mayor a menor potencia de la siguiente forma: Cola de la punta principal-colas de las ramas principales-cogollos de la zona media de la planta-cocollos de la zona inferior-brotes jóvenes-hojas pequeñas-hojas medianas, y ya como infumables las grandes hojas y los tallos. Los cogollos se unen a la rama por un pequeño tallo, por lo que es fácil separarlos uno a uno con unas tijeras, evitando manipularlos. Se coge la rama y se empiezan a cortar desde abajo, hasta que se llega a la cola, que es mejor dejarla entera y no desmenuzarla en los cogollos que la forman. Los cogollos serán cortados con tijeras y tocándolos lo menos posible, justo en el momento de ser consumido.
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